Cuando pensamos en los factores más influyentes para nuestro desarrollo profesional tendemos a pensar en tres conceptos: Conocimiento, habilidades y experiencia que vamos adquiriendo a lo largo de los años, es decir, cómo vamos cambiando conforme aumenta nuestra edad y qué ventajas aporta este cambio a las empresas.

Por esta razón me gustaría hacer distinción de  cómo evolucionamos laboralmente en cada etapa de nuestra vida.

La Generación Y, los Millennials: 20 años

Es el colectivo más joven, más inexperto, pero con toda una carrera profesional por construir. Hablamos de los conocidos Millennials que se introducen en el mercado laboral con ganas de realizar sus primeras experiencias profesionales. Sus inicios carecen de experiencia, pero se centran en: aprendizaje. No temen a los cambios, son flexibles, inquietos, tienen altos conocimientos en tecnología y poseen alto bagaje idiomático, mucho más rico que generaciones anteriores.

Sus principales motivaciones son: ganar en empleabilidad y empezar a desarrollarse profesionalmente, atraídos especialmente por la posibilidad de trabajar en el extranjero. El salario no es el principal condicionante, pero sí necesitan sentirse identificados con la misión y valores de la compañía.

¿Cuáles son los beneficios de este perfil para las organizaciones? Energía y altas dosis de motivación son los incentivos de las empresas para completar sus equipos con Millennials. Éstas les ofrecen la posibilidad de desenvolverse en un entorno laboral de verdad, en el cual se definen las actitudes y el potencial que diferenciará a unos de otros.

Se convierten en la oportunidad perfecta para exponer los valores organizacionales, fidelizándoles para el futuro y amoldándoles a las formas y culturas de trabajo.

 

El salto profesional de los 30 años

Se trata de la etapa profesional más importante en cuanto al futuro laboral donde se afianzan gustos y preferencias en el terreno laboral y dan paso a una etapa de consolidación. Estas edades se caracterizan por mostrar una gran ambición profesional y energía, en la que el camino empieza a estar cada vez más definido. ¿Aspiraciones profesionales? Crecimiento y desarrollo profesional donde la variable económica cobra más importancia que en la etapa anterior.

Para estos jóvenes esta etapa es decisiva y va a determinar las siguientes fases de su vida profesional.

Para las empresas son perfiles muy atractivos, por su dosis de energía, capacidad de trabajo y conocimiento. Además, gracias a la flexibilidad en esta franja de edad, son habituales los movimientos internacionales dentro de las propias organizaciones.

 

La Generación X: 40-50 años

Llegamos a una fase más completa, caracterizada por la madurez profesional y personal. Esta franja de edad es una etapa crucial para alcanzar nuevas metas y es en ella, cuando se adquiere el máximo desarrollo dentro de las organizaciones, ofreciendo una estabilidad y seguridad mucho más marcada que en las anteriores.  

Estos profesionales se caracterizan por un alto componente estratégico y una fuerte ambición profesional, donde el salario adquiere mayor relevancia. Es también cuando se producen posibles rivalidades por los puestos más importantes, salidas y/o búsquedas de otros proyectos fuera de la propia empresa.

Además, suelen buscarse alternativas complementarias que enriquezcan nuevos conocimientos, como pueden ser pasarse a la docencia a través de sesiones de formación, coaching o mentoring compartiendo así el conocimiento adquirido en las diferentes etapas profesionales.

Para las empresas es el perfil profesional más caro de contratar y a la vez el más productivo y preparado para el mundo actual a nivel de: formación, larga experiencia y buen conocedor de las tecnologías. Se caracteriza por su madurez empresarial, solvencia en términos profesionales, con visión y perspectiva de negocio, capaz de asumir la presión y resolver conflictos que puedan acontecer.

 

La Generación Baby Boom- 60 años

Estos profesionales se encuentran en la época final de la vinculación profesional. Se trata de una etapa de transición, y por lo tanto de: traspaso, formación y plan de sucesión. Hay profesionales que, al sentir que no han finalizado esta etapa, deciden involucrarse en proyectos de Interim Management y seguir explotando sus habilidades (de la misma manera, trabajadores por cuenta propia como Médicos y otros autónomos deciden alargar su actividad profesional unos años más por todo el conocimiento que aportan).

Las empresas que cuentan con una persona que ha llegado a la cima en cuanto a su madurez profesional poseen una gran ventaja: alto nivel de compromiso y predisposición a seguir compartiendo sus conocimientos dentro de la organización, con una facilidad para la búsqueda de soluciones y resolución de conflictos. Son personas que guían las decisiones más importantes de las empresas y orientan a los diferentes equipos que las componen.

 

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