El tiempo invertido en un proceso de selección siempre merece la pena. A pesar de los tropiezos a lo largo del camino, todo habrá contribuido a alcanzar la meta final: “encontrar trabajo”. Aunque no siempre resultes ser el candidato elegido, tu talento y experiencia profesional siguen intactos. No lo olvides.  

A continuación, en este video te facilitamos siete consejos para vivir esta etapa desde otra perspectiva mucho más esperanzadora y optimista

1. Deja siempre la puerta abierta

 El éxito no es llegar hasta el final del proceso, es también haber tenido la oportunidad de formar parte de él.  La mejor manera de dar esta sensación es mostrarse agradecido por haber podido participar y darse a conocer. Dejar huella es importante para próximos procesos, así que destaca en la entrevista: tu interés por la empresa, tu carisma y pasión por lo que haces profesionalmente, y nadie se olvidará de ti.  

2. Confía en ti y tus posibilidades

La motivación y actitud a lo largo de la búsqueda de empleo están directamente relacionadas con el nivel de seguridad en uno mismo, y éstas nunca deben perderse. Quien siembra, recoge. Al final, todo esfuerzo tendrá su merecida recompensa. Céntrate en el “ahora” y toma consciencia de tus habilidades. La constancia y perseverancia deben marcar tu camino.

3. Comportamiento flexible y racional

Durante un proceso de selección, la empresa puede hacer cambios respecto a la estrategia a seguir, sus necesidades, el perfil requerido para el puesto vacante, las funciones,… Y puede ocurrir que tu experiencia y habilidades no encajen como al principio. Relativiza y valora esta opción. Actualmente, las compañías se desarrollan en entornos muy dinámicos, sujetos a infinidad de cambios. Su situación al comenzar con el proceso de selección puede no ser la misma que al final y estas decisiones no dependen de ti.  

4. Da valor a los contactos conseguidos

Cualquier experiencia es enriquecedora y más cuando favorece el encuentro de profesionales. No dudes en mantener contacto virtual con los reclutadores o con la persona a cargo del proceso. Así que amplia tu red de contactos y no dudes en enviar algún mensaje o incluso, seguir y comentar las publicaciones que éste haga en la Red. Podrás estar al día de nuevas ofertas de trabajo en la empresa, sus últimos proyectos y logros... y llegarás más que preparado a la próxima entrevista.

5. Celebra los pequeños logros durante el proceso

La motivación debe ser también intrínseca, y no existe mejor manera de reforzarla que celebrar los avances conseguidos y ser consciente de la importancia de cada paso que se realiza, porque cada uno de ellos ha necesitado un esfuerzo por tu parte. 

6. El “no” forma parte del “sí”

Es una de las lecciones que se deben extraer de los rechazos. Saber afrontar las negativas es parte del reto, así que transfórmalo en un incremento de motivación para seguir buscando. Recuerda que tras el rechazo, puede llegar un enorme “sí” que sea la oportunidad que siempre habías estado esperando.

7. Pide feedback

Infórmate y descubre qué han pensado los reclutadores de ti. La respuesta recibida utilizada de una forma correcta te puede ayudar a mejorar y reenfocarte de cara a futuras entrevistas.

 

La búsqueda de empleo se considera un trabajo en sí mismo, así que dedícale todos tus esfuerzos desde el principio hasta el final y toma un tiempo para valorar los momentos positivos. Durante ella, recibirás respuestas positivas y otras menos, pero canalizando tu frustración y conservando tu energía, conseguirás tus objetivos.

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