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Seguro que hay muchos días que llegas a casa con el cuerpo dolorido. Punzadas en el cuello, dolor de cabeza, hombros cargados… son muchas las personas que se quejan de este tipo de malestar, y lo más probable es que esté relacionado con tu postura en el trabajo y con pasar largas horas sentado y sin moverte.

Aunque en general, conocemos muy bien la teoría, la mayoría seguimos cayendo en malas prácticas. Por ello, a continuación, te recomendamos seguir estos sencillos consejos para que puedas corregir:

  • Acercar la cabeza a la pantalla: Si te acostumbras a esta postura durante periodos prolongados será muy perjudicial para tu cuello, agravando el dolor en esta zona. Mantén siempre la cabeza recta y a una distancia prudencial con la que te sientas cómodo.
  • Cargar demasiado los brazos o la parte superior del cuerpo: Cuando trabajas con un teclado, ratón o panel táctil sin querer tensas y mueves todo el rato estos músculos, generando malestar y sensación de fatiga en la zona. Aunque es inevitable, tenlo en cuenta para remediarlo en la medida de lo posible, cuidando la postura y haciendo descansos periódicos.
  • Sentarse incorrectamente: Depende de cada persona, pero es bastante común que se nos olvide la buena postura y asumamos, casi sin darnos cuenta, posiciones a las que estamos acostumbrados. Aun así, hay algunas medidas que puedes tomar para facilitarte la labor: empieza regulando tu silla para que no esté ni muy alta ni muy baja, y, si puedes, inclina la pantalla del ordenador para no encorvarte. Con esto evitaras tensar tu cuerpo o elevar demasiado los brazos.

Además de estos tips, vamos a ver tres consejos específicos para cuidar el cuello y la espalda, ¡los grandes perjudicados en tu día a día!

1. Cuida tu posición en el trabajo

Como decíamos antes, pasas muchas horas seguidas en la silla y es muy fácil hacerlo con una mala postura que te produzca dolores físicos. Además, tu postura dice mucho de ti a tus compañeros y jefes, y es clave para definir tu presencia en el entorno laboral. Algunas ideas para mejorarla:

  • Asegúrate de tener el monitor directamente frente a ti para que nunca tengas que forzar ni torcer el cuello cuando leas la pantalla. Además, es importante mantener el mentón nivelado con la parte inferior del monitor. Inclinar demasiado la cabeza hará que te acabe doliendo el cuello. Por otro lado, presta atención en la distancia que mantienes respecto a la pantalla porque tal vez, si percibes que te acercas demasiado, necesites gafas para trabajar. No está de más que visites a un oculista para hacerte una revisión y quedarte tranquilo.
  • Ajusta tu silla correctamente para que las rodillas estén dobladas a 90º y tus brazos reposen cómodamente sobre el escritorio. Mantén siempre el respaldo en posición vertical y mantén los pies bien apoyados en el suelo. ¡Nada de cruzar las piernas!
  • Si tienes que utilizar el teléfono todo el día ten en cuenta que tu cuello se puede sentir dolorido. Inclinar la cabeza para hablar por teléfono es un gesto casi inevitable y puede ser realmente perjudicial para el cuerpo. Puedes remediarlo intentando no apoyar el móvil entre el oído y el cuello. Te resultará mucho mejor utilizar auriculares o un altavoz.

2. Agáchate y levántate correctamente

Uno de los movimientos más peligrosos para tu columna vertical es agacharte a recoger objetos. Tanto si trabajas con cargas pesadas como si simplemente se te ha caído una moneda, sigue estos tres consejos fáciles:

  • Jamás dobles la espalda, flexiona siempre las caderas y las rodillas para inclinarte y estíralas otra vez para levantarte.
  • En la medida de lo posible intenta mantener el objeto cerca de tu cuerpo, sobre todo si es pesado.
  • Nunca vuelvas a levantar la carga rápidamente, podrías forzar tu cuerpo y además te puedes marear.

3. Haz descansos regulares

Incluso aunque consigas mantenerte en la postura perfecta, estar sentado durante periodos muy largos, tendrá consecuencias negativas porque tu cuerpo necesita moverse.

  • Haz pausas y descansos, levántate y muévete un rato, ¡puedes incluso darte un paseíto por la oficina!
  • Haz ejercicios para mover partes específicas de tu cuerpo: estira los músculos del cuello y hombros al menos una vez cada hora. También puedes inclinar la cabeza de lado a lado y girar los hombros.

Tanto si, al final del día, llegas a casa con el cuerpo dolorido como si te encuentras en plena forma, te recomendamos que pongas en práctica estos consejos. Te ayudarán muchísimo a paliar la sensación de carga y fatiga corporal, y además funcionan para mejorar tu productividad y tu bienestar en el trabajo. ¡Recuerda que cuanto más cómodo estés en la oficina más feliz serás!

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