La búsqueda de empleo es un proceso que requiere de gran constancia y de la puesta en marcha de un plan estratégico, que comprenda desde una fase inicial de reflexión, para analizar el punto del que partimos y dónde queremos llegar, hasta la búsqueda activa de oportunidades y contacto con las empresas que nos interesen.  

 ¿Qué ocurre cuando no existe la posibilidad de establecer un contacto físico con tu red de contactos ni con las empresas? En el nuevo entorno laboral, en el que  el teletrabajo tiene cada vez mayor presencia, existen alternativas suficientes para que la distancia no sea un impedimento para el cambio profesional.

Primer paso: conócete a ti mismo

Antes de ponerte manos a la obra, conviene llevar a cabo un proceso de autoevaluación que te permita descubrir tus fortalezas mediante un repaso de los principales hitos de tu trayectoria profesional.

Para evitar una visión sesgada, es recomendable también revisar el feedback que hayas recibido históricamente sobre tu trabajo, ya sea por parte de tu manager, compañeros o clientes. Si unimos esta información a la obtenida tras nuestra propia evaluación será posible tener una imagen clara de fortalezas y áreas de mejora.

Trabaja tu marca personal: ¿sobre qué hablamos y en qué canales?

Elegir los temas sobre los que nos queremos pronunciar o vamos a compartir es un aspecto fundamental en esta etapa. Lo primero es pensar en a quién te vas a dirigir, ¿cuáles son sus intereses? A partir de aquí conviene centrarnos en aquellas temáticas que mejor nos definan tanto a nivel profesional como personal y decidir en cada caso el tono en el que las vamos a abordar, más técnico o divulgativo.

Ya tenemos el mensaje, ahora es el momento de establecer el canal. Hoy en día y, gracias a la tecnología, tenemos a nuestro alcance multitud de opciones para llegar a nuestros públicos. Las redes profesionales, como Linkedin, son una herramienta muy útil para ganar visibilidad, pero existen otros canales, como foros con contenidos específicos de un sector, páginas web de empresas y consultoras de selección. Por supuesto, no podemos olvidar aquí el potencial de nuestra red de contactos, que también se puede alimentar desde la distancia.

Toma de contacto: entrevistas a distancia

Si ambas partes están interesadas, el siguiente paso suele ser cerrar una entrevista. Cualquier herramienta de reuniones virtuales, como Skype, Zoom o Teams, que permita una interacción más completa gracias al vídeo, puede ayudar a que este encuentro adquiera un tono más personal.

Como en cualquier entrevista es importante cuidar nuestra imagen aunque, en este caso, estemos en nuestra propia casa. También hay que prestar atención al entorno, ya que ayudará a completar la imagen que el reclutador recibe de ti. Por último, no descuides la tecnología, comprueba con tiempo que puedes conectarte sin problema para evitar sorpresas de última hora.

En cuanto al contenido, no esperes que difiera mucho del de una entrevista presencial. Prepárate con antelación, repasando aquellas experiencias profesionales más relacionadas con la posición que te permitan demostrar tu idoneidad para el rol. ¿Y qué pasa con algo tan personal como el feeling? Es fundamental esforzarse  por trasladar entusiasmo, confianza y una actitud positiva, ya que este aspecto es el que más puede verse afectado por la barrera de la tecnología.

Pese a lo que pueda parecer, la distancia no es ya un obstáculo insalvable para emprender un nuevo rumbo profesional. Una buena planificación y las herramientas tecnológicas adecuadas nos pueden acercar más que nunca a la posición de nuestros sueños.

 

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