El mayor reto que tiene el CFO para gestionar talento consiste en hacer que la persona se sienta parte del proyecto y reconocer su experiencia en su área de actuación.

El rol del CFO va más allá de la contabilidad tradicional y adopta un rol más proactivo con foco en la rentabilidad de negocio.

El CFO debe jugar un papel importante en el desarrollo y selección de métricas de negocio, identificar oportunidades y proponer medidas preventivas de futuros riesgos.

Cada vez nos resulta más difícil retener talento y esto supone una gran inversión de tiempo en formar otros nuevos equipos.